domingo, 16 de marzo de 2008

Carta a la chica de la biblioteca o entre el destino, lo necesario, el azar alguién me escucha por ahí


En esta ocasión pretendo pararme de manos para después caerme como un muerto no sentirán mi cabeza rodar ni el sudor que les baje por las piernas les aseguro que nadie sentirá dolor ni miedo sólo será una suave sensación como cuando alguien tiene la boca seca y muerde un pedazo de hielo. A la chica de la biblioteca la conocí mejor dicho la vi hace dos años era uno de esos días en que la biblioteca nos pertenecía tanto cachimbo asqueroso que ya no ronda porque su cabeza ha reventado al descubrir que la universidad no es para él y un centenar, tal vez más, de postulantes nos acorralan con todo el parloteo teo teo... Y siguen los malditos o sea no se paran o sea nos joden porque cuando alguien habla en la biblioteca todos hablan y si alguien deja de hablar no está con todos entonces es diferente de uno y la masa masacotuda no perdona que alguien no quiera masajearla ella anda no piensa en nada y así es difícil decir que la chica de la biblioteca exista o que sea una invención mía porque algo/alguien que existe no es invención en un momento bochornoso cuando nada no hay uno queda solo entonces nada pues o sea ella te ve y tú te pones rojo rojo y no hay donde meter la cabeza, Avestruz, y ella te vio pero cruzarse una o dos o tres o cuatro...veces con alguien a quién no conoces no puede tener nada de raro eso no es signo de que algo deba suceder es decir no e(a)nuncia nada, pero todo se complica si vos pensás que realmente sí eso es una señal prodigiosa que la divinidad se acordó de vos y que una hermosa mujer directa desde el cielo mon amour viene a tus brazos como si Dios te pidiera disculpas porque en algún momento se equivocó y le arrancó el útero a tu madre o le quitó un ojo a tu hermano que cayó desde el noveno piso de una casa verde en donde efectivamente nadie de tu familia vivía y cuando él caminaba sobre un muro color amarillo que no combina con el verde y terminó de resbalarse de caerse y él no se hizo muerto porque él sí estaba muerto y no importó que tu madre llorará en toda la noche ni que tu padre se cambiara de camisa para espantar a los malos espíritus tal vez ahora tu hermano sea el espíritu que ronda a la chica de la biblioteca porque ella debe tenerle miedo a los fantasmas y ella no es una aparición ella tiene ojos y camina indignada de que vos como un baboso, por la baba, no dejes de perseguirla porque se debe asustar cada vez que voltea y ve tu rostro, debe caminar agitada por las calles pensando que un psicópata o algún enfermo no deja de crusarse con ella tal vez para olerle sus cabellos o simplemente ver el contoneo que hace su sombra cada vez que siente miedo. En estos caso no haga signo no piense que en realidad es ella la que busca o pretende algo con usted o sea no se crea que encontrarla cruzarla verle el trasero sea una acción prodigiosa ni nada por el estilo. Pero lo mejor es no conocerla es no ser nadie ni nada para ella pues la chica de la biblioteca tal vez no se imagina que mientras ella duerme usted lee un libro le corta las páginas abre su ventana y tira papelitos que mañana en la mañana se convertiran en copos de nieve o en algún espantapájaros que atrapado entre la hierba se balancea al borde a punto pero inevitablemente aún no se cae. Entonces piense no abra los ojos aún contemple el pelo, porque así se dice en el Perú excúseme, de la chica de la biblioteca ahora no se maree siga persistente no lo conoce ni usted a ella no es un fantasma ni una alucinación y su cuerpo después del baño debe ser un hogar tibio con una chimenea en donde se derrite el chocolate, pero no conocerse no ser nada más que un toque de mano o un estornudo y un salud muchas gracias chica de la biblioteca, o no te preocupes aún cuando seas un pervertido te salvarás o gracias muchas gracias. Es lo mejor porque conocer a alguien no es nada más que convertirlo en una fórmula en un ejercicio de lógica, porque vos, sí vos cuando decís "yo la conozco" pretendés decir lo que hace lo que hará lo que es, o sea pretendes decir quién soy yo, cuando ni yo mismo lo sé, cuando acaso el conocimiento de una persona no es más que un abismo el descubrimiento de un arroyo al fondo de otro arroyo entendés no hay conocimiento de nada no podés decir quién es ella que solo camina arrepentida llena de mocos porque ha perdido a su hermano que perdió un ojo y que seguro no combina el verde con el amarillo. Pero chica de la biblioteca acaso sólo si el cielo se abre y baja un tucán (porque en América Latina Dios baila salsa cumbia de vez en cuando huayno y le gusta el color) y te picotea la cabeza y tú te despiertas y segura segura te levantas y te destapas y encuentras tu cuerpo desnudo cubierto de miel como si un grizly te hubiera puesto las garras no te preocupes es sólo una ilusión estás libre eres libre y si te tiraras por la ventana no te pasaría nada, tal vez un moretón o algún nervio flojo pero no nada más nada más que el chico que te mira con un largavista desde la ventana del frente y espera que la miel y la Persiana americana duren un poco más.

No hay comentarios: