miércoles, 3 de junio de 2009

la retórica del estremecimiento



No hay arte bueno o malo. Exponer una valoración de este tipo es solo caer de nuevo en el dilema de lo que me gusta y lo que no. El arte solo encuentra su sustancia en lo que siente el espectador. Aquella muestra que no te coja de la columna vertebral y te exprima y te lleve de nuevo a ese tiempo sin fechas no es arte. El arte es o no es. No hay arte malo sino arte insuficiente o, lo que es peor, arte insignificante. La única valoración posible es que se cierren los ojos y se acabe el mundo. Piensa y escucha, solo en el arte y en el amor dios se hace realidad, carne y hueso, un pedazo de uno mismo. La única forma de vencer el tiempo es robarle el corazón.

¿Porque estas dos canciones? Porque no puedo dejar de cerrar los ojos (a veces incluso bailo y toda la gente se me queda mirando en el carro, oye qué tiene el gordito, porque no deja de moverse?) cada vez que escucho esta canción de Pearl Jam y porque me es inevitable pensar en el suicidio cada vez que escucho aquella canción de Radiohead (en realidad veo que de cada azotea que cruzo alguien salta y su cuerpo choca contra el piso, algunos se sostienen más que otros naturalmente, la gravedad no es la misma para todos). Que es el arte sino respuesta involuntaria. Aquello que no te estremezca no tiene relevancia.


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