martes, 8 de septiembre de 2009

Respuesta al joven Huincho II


Hola, Jesús, gracias por tu orientación y tu tiempo al responder mis dudas académicas, pues gracias a ellas salí victorioso este quinto ciclo.
Siempre tengo una duda que quise comentarte en un café que no se pudo realizar, es respecto a la teoría literaria; si bien las lecturas nos hacen reflexionar, puedes explicarme (no creo que tengas tiempo o enviarme una página electrónica, pues no me queda muy en claro la finalidad de este curso) la finalidad de este curso y cómo lo aplicaré en mi área laboral.
Recuerdo que una vez me explicaste un esquema donde estaban una serie de autores teóricos que tenían que ver con el estudio del discurso literario, aún lo tengo ilustrado en mi cuaderno.
He estado leyendo a Cesare Segre, Seymour Chatman y Wolfang Káiser, pero ellos aún no me precisan mis dudas respecto a la teoría literaria. ¿Qué debo leer? Pero en sí cómo aplico la teoría literaria como marco teórico a una reseña, a un artículo o a una tesis. Esas son mis dudas. Tal vez no tengas tiempo, si puedes responderlas te lo agradecería.

Para serte sincero esa pregunta es muy difícil de contestar. He señalado las partes de tu mensaje que, de una u otra manera, colaboran para una comprensión-respuesta de tus inquietudes.

1. En primer lugar, es conveniente que no pienses la teoría literaria como un curso. Es decir, no te dejes llevar por el rótulo. En realidad se trata del presupuesto de toda investigación dentro del marco de los Estudios Literarios. Gracias a ella tu acercamiento y perspectiva se diferencia de otras disciplinas. Es lo que te constituye como analista de discursos literarios y no como historiador o sociólogo, por ejemplo.

2. Es importante que consideres algo: la Teoría Literaria nunca es una teoría determinada, sino un conjunto de miradas en torno del fenómeno literario. Los autores que mencionas forman parte, cada uno de ellos, de una tradición propia. Es así como Chatman puede entenderse dentro de la narratología y los desarrollos del estructuralismo francés y Káiser gira entorno de la Estética de la recepción y los alcances de la hermenéutica filosófica. La teoría literaria es una suerte de mapa que te permite ubicarte y dialogar con una respectiva tradición.

3. Ahora, cuando te interrogas acerca de la aplicación aciertas al mostrar cómo cualquier relación no es unívoca ni exenta de interferencias o reformulaciones. En otras palabras, tú como analista terminas produciendo tu propia síntesis/lectura de estas teorías. Incluso, el hecho de tomar partido por una y no otra es un factor clave para tu análisis. No solo importa qué libro vas a analizar, sino cómo vas a abordar el texto. Estas dos elecciones se encuentran vinculadas. A la larga, forman la base fundamental de tu especialización y constituyen la fuente generadora de gran parte de las particularidades de tu análisis.

4. Yo no creo que la elección de una teoría sea solo una cuestión instrumental. Me parece, al contrario, que se encuentra en consonancia con las preocupaciones éticas y políticas que rodean tu labor como investigador. Más aún, están en la sustancia misma de tus intereses intelectuales. El cuadro que alguna vez te mostré es un resumen de las que son las dos tendencias mejor definidas en los Estudios Literarios, en mi opinión. A mí me sirvió mucho el libro de Walter Mignolo. No recuerdo el título pero era uno de los libros de lectura obligatoria en Teoría II, cuando lo llevé. Lo tiene Mary. Mignolo te explica bien las diferencias entre las tradiciones teóricas y algunos problemas que surgen al hablar de teoría literaria a secas.

5. Siempre aplicas teoría literaria en cualquier juicio acerca de una obra específica. Incluso cuando no has llevado el curso. La noción del poeta como un iluminado es ya una “teoría literaria” aunque de sentido común. No te olvides que, según Culler (Breve introducción a la teoría), teoría es toda aquella reflexión que se supone aunque sea imposible de demostrar, pues es su coherencia misma la que la sostiene. Además, puede ser utilizada en cualquier ámbito disciplinario. Rorty (Cf. Consecuencias del pragmatismo, el artículo que habla de la filosofía como disciplina académica y su pérdida de estatus en la modernidad) también enfatiza el lugar que ocupa la teoría como género literario. Su capacidad para desplazar al discurso filosófico. En nuestra época cualquier discurso “esencialista”, o con apariencia de serlo, está tachado de antemano.

6. Existe otra complicación: la distinción entre método y teoría. Te vas a dar cuenta por ejemplo que la semiótica, la narratología, la retórica general textual son métodos de análisis. Sin embargo, cada una de ellas posee una teoría que las sostiene. El caso de la Retórica General Textual es el más evidente. Cuando leímos a Arduini, Bottirolli o Albaladejo asimilábamos teoría literaria. El método que usamos fue el corolario de lo leído en clases. Lo mismo sucede con otros métodos de análisis. El mismo psicoanálisis entra dentro de esta lógica. Por lo general, se compaginan perspectivas diferentes. En otras palabras, se vinculan métodos de análisis formal con teorías de corte sociológico. Esta es la salida más común y la más práctica en el abordaje de textos literarios.

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